Yo era un pájaro tan reservado que se sabe muy poco de mí. Sin embargo, era el segundo pájaro carpintero más grande del mundo. A menudo me han confundido con mis primos el Pájaro Carpintero Apilado o el Pájaro Carpintero Peludo.

Yo vivía escondido en zonas de difícil acceso: bosques espesos o pantanos, llenos de serpientes y caimanes. Tuve que viajar grandes distancias para alimentarme de insectos o semillas.

Con mi amante, era para toda la vida, es decir entre 20 y 30 años.

In our nest, dug in the trees with our long beaks, we raised our chicks by whistling to communicate. 

Si había algún peligro, yo hacía un sonido fuerte de trompeta, que se usaba como señal de alarma para poner a todos a salvo.

¡Qué buena vida!

Sí, pero con mi espectacular cresta roja brillante, yo valía mucho para los amerindios que soñaban con colgar mi trofeo en sus cinturones o hacer una corona con mi pico. 

Luego fueron los naturalistas quienes me quisieron en sus colecciones.

Por último, los industriales y las industrias forestales que acabaron con mi hábitat.

Sin embargo, no hace mucho, un científico en un kayak afirmó haberme visto. 

¿Soñó? Shhhh...